- La prevención es fundamental.
- Buscamos la máxima preservación del diente.
- Tratamientos que buscan la belleza y perfección.
El objetivo de la odontología conservadora es la recuperación de los dientes con alteración morfológica, estética y funcional. Los dientes pueden ser dañados por caries, fracturas, traumatismos o erosiones. El tratamiento consiste en la eliminación de los tejidos en mal estado y en su posterior reconstrucción.
La caries es un proceso durante el cual se va destruyendo parte del diente. Es una dolencia progresiva que puede culminar en pérdida de dientes.
Al principio puede no presentar síntomas, pero, a medida que avanza y se aproxima al nervio, provoca sensibilidad al frío y posteriormente también al calor. Finalmente, la sensibilidad se acaba transformando en dolor. Si el nervio no ha quedado afectado, el tratamiento adecuado es una obturación o reconstrucción, dependiendo del tamaño de la caries.
Según esto podremos realizar diferentes tratamientos:
- Sellado de fisuras: Se remineralizan y se sellan las fosas y fisuras de los molares, para prevenir la aparición de caries, en zonas susceptibles a ello.
- Obturación: Se reconstruye el diente manteniendo al máximo su forma cuando la caries afecta a 1 o 2 paredes del diente.
- Reconstrucción: Se reconstruye el diente para restablecer su función y aumentar su resistencia en caries que afectan a más de la mitad del diente.